Una economía circular es un sistema económico cuyo objetivo es mantener los recursos en uso durante el mayor tiempo posible, con un mínimo de residuos y contaminación.

En una economía circular, los recursos son utilizados, reutilizados y regenerados en lugar de ser eliminados como residuos. Esto se consigue mediante el diseño de productos, servicios y sistemas que son regenerativos y restauradores por naturaleza.

El modelo de economía circular ofrece muchas ventajas, como la reducción del impacto medioambiental de la producción y del consumo, la mejora de la eficiencia de los recursos y la creación de nuevas oportunidades de negocio. También apoya el crecimiento económico sostenible y puede contribuir a crear una economía más resiliente y estable.

Obtener el máximo valor de los recursos

La economía circular contrasta con la economía lineal, en la que se coge, se fabrica y se desecha. Nuestro objetivo en la economía circular es minimizar las exigencias que imponemos a los recursos naturales y reducir la cantidad que desperdiciamos en el proceso de fabricación y consumo. Este enfoque en la minimización de residuos y en retrasar y recuperar los residuos de nuevo en el ciclo económico es fundamental para convertirnos en una sociedad más circular.

Sin embargo, ¿cómo podemos aplicar este planteamiento a los sectores del Turismo, Transporte y Agricultura?

El Turismoconstituye principalmente una industria de servicios en la que no es inmediatamente obvio dónde se consumen los recursos materiales y dónde existen oportunidades para reducir los residuos. Sin embargo, tanto hoteles como restaurantes, organizadores de eventos o empresas de viajes adquieren bienes.

El Transporte, o el movimiento de personas y mercancías requieren vehículos y combustible, y ambos exigen un consumo de los recursos.

La Agricultura es fundamentalmente una bioeconomía que produce productos comestibles para el consumo. Sus prácticas se han desarrollado a escala industrial y se producen residuos en todas las etapas.

 

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